¿Dónde sientes la ansiedad? ¿Dónde sientes la felicidad?
Las emociones las experimentamos con el cuerpo. Cuando vamos a quedar con alguien querido caminamos con energía y alegría, escuchar nuestra canción preferida puede ponernos los pelos de punta (literalmente), cuando tenemos una entrevista de trabajo sentimos que el corazón se nos va a salir del pecho y la respiración no es de lo más relajada…
Además, las frases que utilizamos para describir lo que sentimos se relacionan con partes de nuestro cuerpo: “tengo un nudo en el estómago”, ”tengo un nudo en la garganta”, “siento mariposas en el estómago”, “me he quitado una piedra de encima”, “me partes el corazón”…
En 2014 se hizo un estudio fascinante. Se estudió cómo las emociones se relacionan con el cuerpo y se crearon unos mapas corporales asociados a cada emoción. Se vio que la ansiedad se suele sentir en el pecho, el enfado en la cabeza y las manos, la felicidad en todo el cuerpo.
¿Qué significa esto? ¿Qué pasa cuando no podemos o no sabemos expresar lo que sentimos? ¿Qué pasa cuando la mayor parte del día siento ansiedad o estrés?
Que las emociones somatizan. Es decir, las emociones cambian nuestra postura, la forma en la que respiramos, nuestra expresión facial, el modo en que movemos nuestra columna vertebral, nuestras costillas, etc. Y en ocasiones estos cambios se traducen en dolor, malestar y enfermedad.
Te pongo el ejemplo de Paola. Paola siente mucho estrés y ansiedad en su día a día. Dice que no tiene tiempo para relajarse, porque tiene que hacer miles de cosas. Como hemos visto en el mapa corporal, la ansiedad se siente principalmente en el pecho, por lo que Paola podría estar respirando de forma superficial, bloqueando la zona del tórax y activando excesivamente sus músculos del cuello. Quizás Paola sienta dolor de espalda de vez en cuando o incluso de forma persistente y esté buscando ayuda para eliminar ese malestar. Como a Paola lo que le molesta es la espalda, decide buscar ayuda para “callar” ese dolor corporal. Pero… ¿qué pasa con la emoción?
Para tratarnos adecuadamente, el paso número 1 es escuchar qué está queriendo comunicar el cuerpo. A partir de ahí, le daremos lo que está pidiendo, con cariño y con mimo.
Para que puedas interpretar las señales de tu cuerpo y puedas empezar a autocuidarte, he creado para ti el curso gratuito “Gestión emocional a través del cuerpo”
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Espero que te sea de ayuda. Te espero.